Intercambio.
El sudor dejó de brotarle de entre los poros.
La sombra lo abandonó después de un estruendoso sonido.
El corazón dejó de latir en medio del intercambio.
Y con el último reducto de energía que le quedaba.
Sólo atinó a decir; no veo de esté ojo.
Sandy Valerio.
miércoles, 7 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario