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viernes, 25 de octubre de 2013

Educando a Edipo.

Educando a Edipo.


Has encendido un cigarrillo y lo contemplas mientras duerme. Es todo un hombrecito. Te sientes orgullosa de él. Ninguna mujer te va a poner de relajo mientras yo viva, le dices al observarlo.


El cigarrillo comienza a extinguirse y al mismo tiempo las secreciones incestuosas se deslizan por entre los labios inmorales. 


La enseñanza por esta noche terminó. Y tienes que levantarte temprano a prepararle el desayuno para mandarlo al colegio a completar su educación.



Sandy Valerio. 

Escultura "Edipo" de Hermann Nistch

jueves, 3 de octubre de 2013

Sentido común.

Sentido común.

Si ves algo y no posees referente conceptual del mismo; la angustia, la ansiedad, el estado de alerta, el desconcierto se apodera de ti.

En éste estado te encuentras. Ves a tu objetivo. Lo analiza y lo evalúa. No encaja en el perfil que te han descrito. 

Y pensar que has dejado de hacer tantas cosas importante en tu despacho para venir a conocer a la persona que estás observando desde hace quince minutos.

Quisiera entablar una conversación y confirmar lo que dicen de él. Pero te falta valor. No puedes superar el estado en que te encuentras.

Decides marcharte. Le haces una señal al capitán Martínez, tu chofer. Al pararte piensas. - Disque el cerebro más importante en materia de política sociales - En verdad que hay que escuchar disparate!

Caminas cerca de la persona por ti observada. Una leve sonrisa se dibuja en su rostro. Él sabe que lo has estado observando y que no encaja en tus reflexiones. Tu no posees referente conceptual de circunstancias parecidas a la de él.

Sandy Valerio

Un plan fallido.

Un plan fallido.

Has permanecido en velas la noche entera. No has podido conciliar el sueño ni un instante. Y pensar que has planeado tantos eventos como el que no te ha permitido dormir.

En otros tiempos nada te quitaba el sueño. Por muy importante que fuera la persona que matabas o mandaras a matar.

Al ser tu padre un general, te encontrabas por encima del bien y del mal. Nadie en su sano juicio te hubiera señalado como asesino. Lo hubieras matado con tus propias manos, después de que le pusieran esposas, pues no tenías valor para enfrentar a nadie. Nunca mataste a alguien suelto. Siempre con esposa puesta o con soga amarrado.

Pero ahora las cosas son diferentes. Aunque posees las conexiones para mandar a matar a cualquier persona, no tienes la impunidad de antes. Esto último es lo que te inquietas. Sabes que si algo salió mal, te encuentras en problemas.

- Si hubiera sido en otros tiempos. Yo mismo lo hubiera matado. Los muchachos lo hubieran buscado a su casa. Me lo habrían llevado a la finca. Y listo. Nunca se hubiera sabido de él. Yo mismo le hubiera dado un tiro en la frente. Qué tiempos aquellos!

Se te ocurre una idea. Llamarás al celular de la persona, y si lo coge, los tipos fallaron.

Te levantas. Son las 5:45 AM. Tu esposa te pregunta que a qué te vas a levantar tan temprano. Ella sabe que sólo te levantabas tan temprano cuando tenía que hacer algo en la finca de tu padre. Le dices que vas a hacer una llamada. Ella se voltea y murmura entre los dientes que llamarás a uno de tus amigo.

No se equivoca. Llamarás a Juanito Alimaña, uno de tus secuaces. Pero antes te detienes a reflexionar.

- Coño! Si esos mierda lo hubieran matado, ya Juanito me hubiera llamado. No lo hicieron. Ahorita me dicen porque no mataron ese perro.

De todas maneras decides no volver a la cama. Enciendes el computador para ver los correos que te han enviado y también ver lo que han publicado en faceboock.

Nada nuevo. Lo mismo de anoche. Una rumba de pendejadas. Nada que pueda despertar tu atención y que te sirva para chantajear. El correo del coronel diciéndote que fueron los mejores hombres los que fueron seleccionado para la misión. Juanito alimaña diciéndote
que tiene las grabaciones de Margarete en la cabaña y de los celulares que tienen intervenido. Además de las fotos de José Martínez teniendo relaciones homosexuales con Carlo Polanco. Y una que otra cosa sin importancia.

Abres el Faceboock con una de tus cuentas falsa. Posees seis en total a parte de la real. Nada nuevo tampoco. Una que otra foto, y luego, nada más. Estos pendejos no publican nada que se pueda ver te dices mientras decides abrir tu faceboock real. Lo abres y lo primero que ves es el estado del individuo que mandaste a matar anoche. [Estos Jhonny Abbes frustrado están muy activo].

- Diablo! Eso es a mi. Ese hijo de la gran puta!

Escuchas a tu esposa decir que no digas esas palabras. La mandas a callar. Sientes una rabia terrible. Te paras y caminas en círculos pensando que pudo haber salido mal. En que había fallado el plan si se tomaron todos los correctivo de lugar. Los matones lo esperarían en su casa. Lo matarían. Tomarían algunas propiedades para que pareciera un robo. Y ya. Una tontería. Eso lo pudo haber hecho cualquiera.

Suena tu celular. Lo tomas. Ves que es Juanito Alimaña.

- Dime... Que hubo. Los tipos no salieron del hijo de la gran puta.
- No, él no fue a su casa anoche.
- Ese hijo de la gran puta es una culebra escurridiza.
- Qué va! Fue una diabla que se levantó anoche y amanecieron en las cabañas. Mañana me dan la filmaciones de ellos. Ya hablé con los de la cabaña. Tu sabes que le seguimos los pasos muy de cerca.
- Sí, sí, pero esa no es la base. Voy a tener que verlo cruzar por el frente de mi oficina. Y bien sabes tu que el tipo es peligroso. Si le pico un ojo, me arranca la cabeza. Además, lo que falta del pago por matarlo no me lo dan hasta que no salgamos de esa mierda.
- Ok, ah... Otra cosa. Los tipos mataron un primo de él que se encontraba en la casa.
- Nadie lo manda a visitar ratas. Qué otra cosa?
- No.
- Cruza por mi oficina ahorita. Ve a indagar un poco de lo ocurrido para que me des un informe detallado.
- Esta bien.
- Hablamos ahorita.

Al cerrar el celular piensas en lo difícil que va ser matar la persona que se te ha escapado. Éste tomarás todas las precauciones de lugar y puede tomar represalia. No va ser fácil. Pero la experiencia acumulada te augura un éxito seguro.

Sandy Valerio