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martes, 19 de enero de 2010

La asistencia social como herramienta económica.

La asistencia social como herramienta económica.

El estado, reconociendo su debilidad antes clanes económicamente fuerte, se ve en la necesidad de crear mecanismos económicos para el bienestar de los más débiles. Esto así, por lo que sabemos, de que el más fuerte se come al más débil. Sin la debida intervención del estado, cada agente de la sociedad, lucha por su existencia. Al igual que cada clan, sea este empresarial o sindical. Así mismo cada obrero y cada campesino lucha por sobrevivir, por ende, el regulador de esta lucha es el estado.

No cabe la menor duda de que el estado recaudaba los impuestos en el pasado con motivo de defensa, conquista y construcción. Ahora bien, en la actualidad se ve en la necesidad no solamente de recaudar para pagar deuda externa, sino también para crear mercados internos. Y al mismo tiempo brindarles protección económica y social a los individuos que conforman la sociedad. De no ser así, el desequilibrio económico reinará en la sociedad y, por ende, habrá un canibalismo social. Digámoslo con palabras llanas, más violencia.

Pero veámoslo más claro, el presupuesto Dominicano anda alrededor de los 83 mil millones de pesos, después del ajuste fiscal. Pero esto es aún muy limitado para la demanda que tiene la sociedad Dominicana.

Me explico, el estado tiene el deber de crear una estructura de vivienda, de salud y de educación en donde los pobres tengan accesos a ellas. ¿Cómo así?, si el estado construyera 3 mil edificios de 5 plantas, en donde en cada planta existan 10 aparta estudios con una cocina y un baño. Estos 300 edificios serían unos 150 mil aparta estudios que crearían un mercado de unos 5 mil millones de pesos mensuales para el mercado interno, pues los inquilinos pagarían un 10% del sueldo mínimo, es decir, unos 200 pesos mensuales. Y, esto le generaría a una institución bancaria alrededor de 30 millones de pesos mensuales. Al estado le serviría esto, inclusive, para el control de la natalidad de la familia de menos recursos. Ya que para solicitar una vivienda se tendría que llenar una solicitud con sus datos personales y el número de miembros de la familia.

Pero esto también crearía unas 3 mil fuentes de empleo directo pues el estado tendría que contratarlos para la limpieza de los mismos edificios.

Desde luego que en estos aparta estudios se tendría prioridad con los ancianos y las madres solteras pues estos son el sector más vulnerable de la sociedad.

Y ni hablar si alrededor de estos aparta estudios se construyeran escuelas con comedores anexos, en donde los niños entren a las 9:00 AM y salgan a la 4:00 PM. Desde luego con su respetivo transporte pagado por el estado. De esta manera se tendría un mayor control de la alimentación infantil, del trabajo infantil y de los niños que andan deambulando por las calles.

Pero imaginemos que estos aparta estudios también tengan gas por tubería ¡No es esta la mejor manera de focalizar el subsidio al gas! Y, además, nos ahorraríamos el tan desagradable espectáculo de ver motorista haciendo malabares cargando tanques de gas por las calles, que dicho sea de paso, son una bomba de tiempo.

Pero veamos otro ejemplo, el de los 200 pesos mensuales que reciben las madres por enviar los niños a las escuelas, en vez de estos 200 pesos se le entregaría un cupón de comida, en donde la madre lo cambiaría en cualquier colmado de su barrio. Si hay cien madres recibiendo estos cupones, serían 20 mil pesos mensuales para esa pequeña célula económica que es el colmado. O mejor, esa microempresa.

Pero eso no se queda ahí, veamos los alimentos que tendrían estos cupones; pollos, leche, huevo, chocolate, arroz, azúcar, etc. Que la lista sea equilibrada hasta completar los 200 pesos. Multipliquemos cada uno de estos artículos por 100 mil madres, no es esta la mejor manera de proteger nuestras industrias nacionales. Y, acuérdese amigo lector, que las fronteras arancelarias llevan una tendencia de desaparecer, por ende, el estado se ve en la obligación de proteger nuestras empresas.

El estado debe de ver la asistencia social como una herramienta económica y no como una herramienta de propaganda. Y la única entidad que puede satisfacer las necesidades de los individuos de manera colectiva, es el estado.

Nota:
Este artículo lo escribí en el 2001 y se lo envié al entonces presidente de la república el Ing. Hipólito Mejía.

Sandy Valerio.

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