Gerencia Sádica.
Estas reflexiones empecémosla con algunas preguntas y tratemos de contestarlas. Por ejemplo, ¿cuántas veces hemos visto que retienen un cheque a una empresa sin explicación?, ¿cuántas veces hemos visto obstaculizar un ascenso a un subalterno que lo merece?, ¿cuántas veces hemos visto descartar un aumento salariar que no afecta los costo y por el contrario aumenta el valor agregado?, ¿cuántas veces hemos visto colocar un subalterno en una posición no acorde con su capacidad?, ¿cuántas veces se ha retenido un despacho solamente para afectar a otro compañero?, ¿cuántas veces se ha saboteado una empresa sólo para que su valor en mercado disminuya?
Las respuestas a cada una de estas preguntas la buscaremos a través de la observación y la reflexión de la conducta de los presidentes de las compañías y de los gerentes. Así como también en cada individuo que posee la dirección, coordinación y supervisión de los diferentes departamentos que conforman una empresa.
Desde luego, sin caer en el análisis psicológico del individuo, ni sacar conclusiones psicológicas de las mismas. Solamente criticar el comportamiento negativo que pueda surgir dentro de la empresa y las consecuencias funestas que estas puedan acarrearle a la misma.
Alguien podría alegar que estas conductas gerenciales solamente son posibles en empresas que carecen de políticas de entrenamientos, de empresas pequeñas, o de empresas que no evalúan el desempeño de sus directores, así como la popularidad de los mismos. Estos argumentos serían fáciles de rebatir, pues, solamente hay que ver el entorno mundial y ver como grandes consorcios transnacionales se han visto desaparecer o están proceso de extinción.
No hay empresa, sea esta pequeña o grande que escape a las in conductas de sus gerentes o directores. Así como también, no importa el tipo de producto o servicio que ofrezca. Cualquier tipo de empresa puede ser objeto de una mala dirección o de un director de departamento cuestionable.
Lo que si estoy seguro es que este tipo de conducta lleva la empresa a la desaparición o a la perdida de utilidades. De eso no hay dudas.
De aquí que la empresa debe velar, observar y cuestionar continuamente la conducta de sus presidentes, gerentes y supervisores, para de esta manera poder mantenerse en óptimas condiciones.
Si se a demostrado, en un sin número de estudios, que hay individuos que disfrutan con mantener estancado a la persona que está a su disposición, sea esta dependiente de él o no. Que la satisfacción que le produce el mantener cohibido y sin desarrollo no tiene explicación. Estos individuos, enfermos, disfrutan con mantener entre sus puños a quien depende de ellos, aun a expensas de las consecuencias que esto produce, sea esta de índole social, económica o individual. A ellos no le importa nada de esto, más que satisfacer su degeneración. Yo no me canso de citar a Eric Fromm en su libro el Corazón del Hombre que lo describe perfectamente.
Al estos individuos ser enfermos, la carencia de escrúpulos de estos está a flor de piel. Si tienen que mentir, mienten. Si tienen que emitir un informe falso, lo emiten. Si tienen que desarticular un departamento, lo desarticulan. Si tienen que sabotear el funcionamiento de la empresa, la sabotean. Y si tienen que cerrarla, la cierran. No es un asunto de maximizar el funcionamiento y las utilidades de la empresa, es, simplemente, satisfacer su morbo a costa de lo que sea.
Si en estos últimos años hemos visto empresas gigantes desaparecer, instituciones financieras apropiarse de los recursos de los ahorrantes (Baninter), a laboratorios de investigaciones farmacéuticas pretender extenderse sus patentes, a estados inyectarles capitales a empresas en quiebras. Entonces, estas empresas eran dirigidas por sádicos y demás yerbas aromáticas que muestran las debilidades del alma humana.
Sandy Valerio.
lunes, 18 de enero de 2010
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