Vicios gerenciales.
Vicios; afición excesiva a una cosa, generalmente perniciosa.
Los tiempos actuales en que nos ha tocado desenvolvernos, cargado de estrés, limitación de tiempo, y demás obstáculos del quehacer cotidiano, nos ofuscan de tal manera que ideas claras planteadas por otros correligionarios, son desestimadas sin siquiera ser analizadas. Ahora bien, si a esto le agregamos nuestros malos hábitos o vicios, adquiridos durante nuestro desarrollo personal, las consecuencias pueden ser escalofriantes para nuestras empresas o departamentos.
Escape de personal calificado, pobre efectividad en sus labores, perdida de tiempo en el proceso de producción. Enfoque distorsionado de los objetivos. Escasa o nula armonía en el ambiente de trabajo. Entrenamiento continuo limitado. Relaciones públicas e internas con marcadas limitaciones. Contratación del personal menos calificado. Poca o escasa promoción del personal. Todas estas distorsiones del ambiente laboral son las causantes de las desapariciones de las empresas o de unas utilidades limitadas. Datos financieros distorsionados; escasas, malas o nulas evaluaciones de resultados financieros.
Pero no debemos de dejarnos de hacer la pregunta de ¿quién o quiénes son los causantes de todas estas distorsiones?
Será la junta de directores, los gerentes departamentales, los supervisores; o los lideres grupales de la empresa. Cada sector tiene su cuota de culpa. Ya está más que demostrado que cada empresa desarrolla su propia naturaleza, es decir, que desarrolla rasgos característicos. Sean buenos o malos. Si vive constantemente renovando o si está muy rezagada tecnológicamente. Si le gustan los rectos o si es ultra conservadora. Si desarrolla valores de lealtad con sus empleados o si no le importa cambiar constantemente su empleomanía. Si le da importancia a cada miembro de la compañía o si sólo le importa las opiniones de sus directores.
Fijémonos que las virtudes o vicios de los gerentes son directamente proporcionales a las virtudes o vicios de la empresa. El perfil del gerente será el mismo perfil de la empresa. O de lo contrario será excluido de esta.
Si la empresa está siendo dirigida por gerentes cargados de vicios conductuales; como el despotismo, los prejuicios, el orgullo, la deshonestidad y el sadismo. Serán empresas con beneficios muy limitados y poco vanguardista. Su evolución en los mercados será a paso de tortuga y los nichos de mercados no serán aprovechados.
Por ejemplo, un gerente déspota, autoritario, en donde primara su criterio por encima de todo el mundo, tenga éste la razón o no. La misma naturaleza despótica no le permite abrirse a las sugerencias, por el contrario, las opiniones que asimila, generalmente son opiniones de los de su entorno, pues, al despotismo nutrirse del servilismo y no de la capacidad (el capaz no es servil) esto se traduce en menos utilidades.
El gerente déspota crea un ambiente de hostilidad, es decir, que incentiva el chisme, la burocracia y la falta de impulso. No estimula a sus empleados a desarrollar su creatividad, por el contrario, si el empleado hace una sugerencia que beneficie a todos, automáticamente se le comunica que no fue contratado para dar sugerencias.
No hablemos de los otros vicios pero imaginemos gerentes prejuiciados, gerentes sádicos, gerentes deshonestos y gerentes orgullosos. ¿Podrá reinar armonía en empresas o departamentos con gerentes con estas características? ¿Podrá mostrar utilidades o buenos resultados gerentes con estas debilidades?
De aquí que las empresas tienen que estar constantemente autoanalizándose. Evaluando a sus gerentes y directores departamentales, pues, al ser sus líderes respectivamente, sus súbditos imitaran estas actitudes o vicios, por ende, se colectivizarían y reinaría el caos.
Sandy Valerio. 10-9-08
miércoles, 10 de septiembre de 2008
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