La virtud como herramienta de triunfo.
Observar la trayectoria de una persona, ver sus altibajos, su actitud ante los desafíos, su templanza en momentos que se requiere de ésta y la sensibilidad ante los demás, nos muestra las virtudes extraordinarias que debe ésta persona poseer.
Un hombre con prudencia es sinónimo de éxito.
Un hombre con honestidad inspira. Un hombre con humildad nos devuelve la fe en la humanidad. Un hombre con carácter nos da confianza en las acciones que debemos realizar. Un hombre con sensibilidad nos muestra la parte humana que poseemos. Un hombre con un nivel de razonamiento impresionante nos muestra el futuro.
Que un hombre poseas todas éstas virtudes nos acerca al super hombre de Nietzsche. Al hombre semi Dios de los griegos, como Aquiles, Hércules y Odiseo, por solo citar los que más admiro. Al espartano perfecto que tanta admiración ha despertado en la humanidad.
Quién imaginaría que en ésta época de total ausencia de íconos encontraríamos un ser humano con tantas virtudes.
Una época donde la virtud es un estigma no vista con buenos hojos. Donde lo negativo es estimulado más que lo positivo.
Un hombre como Manuel Estrella nos debe llenar de orgullo a todos los que coincidimos con él en ésta época carente de valores. Él es un faro de luz que ilumina a la juventud que se está desarrollando. Su ejemplo, su dedicación, su amor al desarrollo y su apuesta al conocimiento, nos proporciona un legado invaluable.
Si apostamos a estimular ejemplo como el de don Manuel Estrella, esto nos augura un futuro extraordinario para nuestra juventud, una sociedad con conocimiento y una sociedad con más valores humanos.
Sandy Valerio.
domingo, 30 de noviembre de 2014
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