Adentrarnos en las causas que corroen la institucionalidad en una sociedad, es adentrarnos en el alma de ésta.
Descubrir los vicios de ésta y sus debilidades, nos proporciona una mayor consciencia de la realidad social y, por ende, de las instituciones que la conforman.
En una sociedad donde los sádicos sean mayoría, en una sociedad donde el egocentrismo sea el punto de referencia para alcanzar preponderancia social, en una sociedad donde la falta de escrúpulos es sinónimo de éxito, es una sociedad donde las instituciones difícilmente funcionen.
Pero debemos hacernos una pregunta obligatoria. ¿Quién debe velar porque la psiqui de la sociedad sea lo más saludable?
Sin lugar a dudas que las instituciones que la conforman. Sean éstas políticas, privadas, públicas o sociales.
La salud psíquica de la sociedad descansa en las instituciones que la conforman.
Éstas son los pilares que sostienen el equilibrio y el desarrollo de la sociedad.
En el plano económico mantiene a los capitalistas salvajes a raya. A los depredadores políticos los aísla, para que no dominen el espectro político. A los fascistas los condena al patíbulo. A los nacionalistas trasnochados le muestra los verdaderos valores nacionales. A los corruptos los condena a prisión y el canibalismo social se minimiza.
Los reforzadores psicosociales que dominan en sociedades con instituciones fuerte, siempre serán, los positivos.
Los hombres y mujeres que dirijan las instituciones en sociedades con una institucionalidad fuerte, serán los mejores. Los paradigmas conductuales a seguir.
Sandy Valerio
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