Fenix
Fue un ataque fulminate. Los Ciclopes y las Furias lo atacaron sin misericordia. Ahora la partícula divina comienza a hacer su trabajo. Ha mantenido la esencia de su ser. Sólo necesita atraer las demás moléculas para tener todo su poder multiplicado. Y, de esta manera, emitir su canto, para que lo escuchen en el rincon más apartado del universo. Perdón... él es el universo.
Sandy Valerio
domingo, 8 de julio de 2012
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