El descanso de Hobermann.
Acaso crees qué no he sentido el deseo de acabar con esto hace mucho? Nunca has pensado cómo me he sentido todo este tiempo en esta silla de rueda? Me imagino que sí... Pero mi espera se ha terminado. Sé que eres el único que puedes hacerlo. Es una promesa de ambos. Así que tómala en tus manos. Está impecable! Cómo la puedes observar! La he limpiado todo éste tiempo que te he esperado. Pero dejémonos de tantas palabrerías. Nunca nos gustaba perder el tiempo cuando fusilábamos republicanos. Pumm… exacto. Ya Hobermann tiene su conciencia tranquila.
Sandy Valerio
domingo, 22 de mayo de 2011
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