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viernes, 3 de septiembre de 2010

Factibilidad económica versus factibilidad social.

Factibilidad económica versus factibilidad social.



Hace poco tiempo planteé una idea de desarrollo social, y una amiga del ciberespacio o Internet, me hizo la observación de si esta idea era factible económicamente.



Mí respuesta, es, sin lugar a dudas, que no. No es factible económicamente. Nuestro estado no posee los recursos económicos para un programa de esa envergadura. Se tendría que hacer una reforma fiscal extraordinaria para que el estado reciba los recursos de cubrir dicho plan.



Y, surgiría otra pregunta, ¿estarían nuestros ricos dispuestos a tal sacrificio?, sin lugar a dudas que no.



Ahora, reconociendo la vulnerabilidad presupuestaria de nuestro estado, es decir, que no posee los recursos para satisfacer las demandas sociales, por ende, sus ingresos son inversamente proporcionales a las demandas sociales. Es decir, que no puede desarrollar ningún proyecto trascendental de desarrollo social.



El crecimiento social no ha sido directamente proporcional a la satisfacción de sus necesidades. Es ahí el problema del desequilibrio social. Y esto a su vez trae como consecuencia la tensión social. El estrés colectivo.



Entonces, quién es el responsable de crear el ambiente propicio para el ciudadano. El que debe velar por la armonía social. El que debe identificar las obras que beneficien a la colectividad. Identificar las obras que disminuyan el estrés colectivo.



Y es aquí el punto. Estas obras deben realizarse sin importar su factibilidad económica, sino, su factibilidad social.



Quien puede pretender que hacer apartamento para personas pobres sea factible económicamente. Nadie en su sano juicio. O que, a personas mayores, es decir, ancianos, se les cobre un 2% de la pensión en los servicios que brinda el estado. Salud, vivienda, electricidad y otros. A si como crear pequeñas compañías de servicio de salud para brindarle asistencia a los ancianos en sus hogares. O guarderías infantiles en los varios pobres para las madres que viven en estos, con sus respetivos pediatras y psicólogos infantiles.



Pero imaginemos que el estado norteamericano, así como protegió las grandes industrias, protejas las masas, es decir, que crea un fondo en donde los individuos con deudas insalvables el estado las absorbas, y éste a su vez le pague al estado con trabajo o con dinero.



Y si se construyen cocinas industriales en las escuelas de los sectores más deprimidos económicamente. Y así de esta manera disminuir la desnutrición infantil y al mismo tiempo el desempleo. Pues cuántas personas se necesitarían para trabajar en la cocina y en el comedor. Y si además, a estos proyectos se le agregan autobuses, con sus respetivos chóferes y sus ayudantes.



Como vemos, todos estos proyectos no tienen factibilidad económica, por el contrario, un costo monetario muy alto. No existe empresa o persona que pueda cargar con un precio tan alto.



Entonces, hagámonos esta pregunta, ¿quién, sabiendo que estos proyectos no son factible económicamente, y que no existe persona o empresa que pueda hacerlo, pero tiene el deber de realizarlo para contribuir a la armonía social?



Sin lugar a dudas que el estado. Esta es la única entidad que puede cargar con un costo económico tan alto.



Ahora, ¿porqué razón?, por la factibilidad social. Por la armonía colectiva y la paz social. Es decir, el desarrollo del individuo, por ende, el desarrollo social.



Sandy Valerio.

miércoles, 19 de mayo de 2010

A puerta cerrada.

A puerta cerrada.

El día es propicio para un sacrificio. Es un momento extraordinario para celebrarle una fiesta a San Elías. El disfrutará la niña y calmará todas las penurias de la familia.

Pero el padre no lo sabe. No está conciente del cambio que le producirá a su hija. La marcará para toda la vida. De lo que sí está seguro es de la belleza de la niña. Esta es la causante de la celebración.

Cuando el hermano del jefe la vio desfilar junto con las otras niñas, sus ojos se enfocaron en ella. Disfrutó como nadie la niña. La encontró joven, pero eso no era obstáculo. Su cuerpo era de mujer.

Mandó a uno de sus secuaces a que averiguara quien era esa jovencita. Este le informó todo lo que había averiguado. Que tenía 14 años. Que se llamaba María del Carmen Pérez y su padre Antonio Pérez. Que tenía dos hermanos, uno mayor y otro menor que ella. Y su madre María Altagracia Jiménez. En total eran 5 los que conformaban la familia.

Es decir, que Isabelita y su madre eran las únicas mujeres en el hogar. Las que se dedicaban a los quehaceres de la casa mientras los hombres estaban en el conuco.

Así que cuando le dieron todos los detalles sobre ellos, éste lo único que dijo fue:

- Son unos pobres diablos.

Entonces a su corazón magnánimo se le ocurrió ayudarlos y hacerlo salir de su pobreza. Le mandó a decir al padre que llevara la niña a su oficina.

El padre de la niña se llenó de júbilo. Que el hermano del jefe se fijara en su hija era extraordinario. Eso significaba progreso para su familia. Y le transmitió a su mujer la misma alegría.

Los días antes de la entrevista fueron de entrenamientos para la niña.

Que nada de llevarle la contraria al señor negro. Que hiciera todo lo que él le dijera. Que el futuro de la familia estaba en manos de ella. Que si ella lo hacía sentir bien saldrían de la pobreza. Que no lo mirara a la cara. Y cero negaciones a lo que él le pidiera. Era un deber complacerlo en todo… En todo.

Y así han transcurrido estos últimos días hasta llegar a la hora esperada, 9:30 AM. Los nervios de la niña están tensos como la cuerda de un piano. Pero en sus oídos resuenan las palabras de su madre. Y para darle tranquilidad, su padre está con ella.

El esfuerzo que hizo su madre para resaltar su belleza a dado resultado. La niña luce espléndida. Afrodita envidiaría su belleza.

Han llegado media hora antes a la cita. Antonio se ha identificado y el secretario de negro le comunica que éste no ha llegado pero que no tarda en llegar.

El secretario se ha quedado anonadado con la belleza de la niña. Y se dice:

- Es un ángel.

Los empleados, los calieses y los amigos de negro comienzan a desfilar para contemplar el rostro de la virgencita. Y murmuran entre los dientes que negro entrevistará la niña a puerta cerrada y el padre se quedará afuera. Esperando que le entreguen una mujer no una virgen.

Sandy Valerio

jueves, 6 de mayo de 2010

La hormiga y el ratón.

La hormiga y el ratón.
Después de un día de trabajo, el cansancio se apoderó de la hormiguita. Y, lo malo, que le faltaba un gran camino para llegar a su casa.

Sus patitas le pesaban. La mirada no la podía sostener. Y el corazón apenas le latía.

Rogó por un milagro. Le pidió a Dios que le permitiera llegar a su casa y juntarse con su familia. En ese instante se le salieron dos lágrimas. Y sintió que su fe se le extinguía.

Casi al desmayarse escuchó ruidos que se le acercaban. Se paró con la poca fuerza que le quedaba. Miró con detenimiento. Y vio un ratoncito que se le acercaba con la cara llena de tristeza.

La hormiga decidió preguntarle porqué estaba triste. El ratoncito contesto que se había perdido y no sabía como llegar a su casa. Esta, la hormiga, le preguntó que dónde estaba su casa y el ratoncito le contestó que en el naranjo de Antonio.

La hormiga lanzó un grito de alegría pues su casa quedaba al lado del naranjo de Antonio. Y le dijo al ratoncito que si la llevaba montada en su lomo, pues estaba muy cansada y no podía caminar, ella le indicaría como llegar a su casa.

La alegría volvió al rostro del ratoncito y de un brinco salto la hormiguita en su lomo.

Y con la velocidad de un tren emprendieron la carrera de regreso a sus casas.

Sandy Valerio

lunes, 12 de abril de 2010

Círculos viciosos,mal social o un pésimo juez.

Círculos viciosos, mal social o un pésimo juez.

Una característica que sobresale en el diario vivir de las clases más humildes de una sociedad, es la repetición de circunstancias negativas. Es decir, el constante ataque de los que están en una mejor posición social.

Ahora, es esto una conducta adquirida genéticamente o es una conducta psicosocial.

Yo, en particular, me identifico con las dos, desde luego, con mayor atención en lo psicosocial.

Cuando me refiero a lo psicosocial, me refiero al perfil del individuo en el marco del perfil social.

Ahora, el individuo tiene sus propias necesidades, y partiendo de estas desarrolla su perfil. Desde luego que el entorno social le sirve de camisa de fuerza y lo moldea a su antojo.

Sea a través de las costumbres, la cultura y los diferentes ritos sociales que el individuo social desarrolla para su protección y confirmación de él como ente social.

Entonces, hagámonos esta pregunta, ¿si el individuo es un ente con instintos que la naturaleza le ha proporcionado para que sobreviva, cómo hace el individuo social para controlar estos instintos?, la respuesta es sencilla, lo sublima. Es decir, lo desplaza al objeto por el enfocado. Sea un equipo de deporte, un partido político, una religión o un arma en la cintura. O cualquier otro objeto.

De aquí se deduce el porque del éxito de los deportes. Así mismo como el origen de las fronteras. Como también del macho dominante con las hembras. O, ¿por qué las hembras prefieren al hombre de dinero? De la misma manera que el hombre apuesto o la mujer hermosa, les caen mal a quien los observas. O el crítico de arte que desestima o menosprecia la genialidad del creador que no cumple con los ritos por él establecidos para pertenecer a su corte estética.

Todas estas conductas no son más que meras distorsiones de nuestros instintos.

Ahora, qué nos libera de estas distorsiones. La educación. Esa palabra sencilla, dulce y tierna que nos hace desarrollar nuestro intelecto.

Pero se puede alegar que ha habido hombres súper educados y han sido monstruos. Y esto es muy cierto. Pero esto ha sido por una educación distorsionada. Sea esta de índole moral, técnica o estética.

Entonces, reconociendo que somos una especie instintiva y tenemos una educación distorsionada. ¿Cómo se logra la socialización? A través del famoso contrato social.

Pero quién vela porque este contrato se cumpla. Sin lugar a dudas que el estado. La figura jurídica que todo ente de la sociedad le debe sumisión y respecto. De aquí la importancia de que el estado sea fuerte.

Pero qué hace al estado fuerte. Las instituciones y, los recursos económicos y humanos que los conforman.

No puede existir ningún clan, sea religioso, económico o social que doblegue la voluntad del estado para beneficio propio. El estado debe velar por cada uno de los entes que conforman la sociedad, no por ningún sector en particular.

De lo anterior se deduce, es que conforme se desarrolló el estado se desarrollaron las clases sociales. Es decir, los que dirigen el estado. Los que le sirven a los que dirigen el estado. Los que le sirven a los que les sirven a los que dirigen el estado. Hasta llegar a los más excluido del clan político, económico o religioso que dirige la sociedad.

O, veámoslo desde el punto de vista piramidal en que los vio Maslow. Los que están en la cúspide de la pirámide de las necesidades. Es decir, con todas sus necesidades satisfechas. Y los que están en la base de la pirámide con todas sus necesidades básicas por satisfacer.

En este punto es que nos damos cuentas de que tan racionales o instintivos son los que dirigen la sociedad.

Sabiendo que el rechazo a un enfermo es el rechazo al enfermo de la manada. Sabiendo que el ataque a uno que pertenece a una clase social inferior es el ataque instintivo de quien está en mejor posición social. Sabiendo que los que se creen más fuerte utilizan ataques despiadados con los que ellos creen más débiles cuando no existe ninguna fuerza moral o política que los controles. Sabiendo que es una lucha constante entre cada individuo de la sociedad. Sabiendo todo esto es que los que dirigen la sociedad tienen que velar por un correcto equilibrio social.

De aquí la efectividad del capitalismo y la inoperancia del socialismo, pues, nadie puede existir sin sus instintos. A menos que sea un santo o un iluminado. O digamos un sabio.

Es decir que quien puede romper el círculo vicioso. O digámoslo de otra manera. Satisfacer las necesidades básicas de una sociedad, es el estado. Esa figura jurídica en que todos delegamos la conducción de la sociedad.

El estado es quien vela por el equilibrio de la sociedad dijo Locke en una ocasión. Y yo diría que si éste es un pésimo juez esta será una sociedad subdesarrollada, en donde los males sociales y las pugnas de los individuos o los clanes amenazaran constantemente la paz social y el desarrollo de la sociedad.

Sandy Valerio.

jueves, 8 de abril de 2010

Gerencia orgullosa.

Gerencia orgullosa.

No debemos confundir el orgullo que sentimos cuando nuestra empresa cumple su compromiso social, cuando la empresa mantiene un programa de entrenamiento continuo para sus empleados o cuando sus relaciones públicas o internas son extraordinarias, hasta el extremo que cada uno de sus empleados se identifica con ésta. Este es un orgullo que enaltece y satisface. Nos produce bienestar psíquico y laboral. Es decir, que existe un orgullo que es reconfortante y saludable. La satisfacción de hacer lo correcto.

Ahora, existe un orgullo que conduce a la pedantería, al caos, a la disolución. O como diría un psicoanalista, etapa infantil no superada, donde se es el centro de todo. Pero en esta reflexión no nos interesa el psicoanálisis ni el egocentrismo, lo que si nos interesa son los resultados de esta conducta. Sus secuelas, por ende, sus consecuencias.

A cuantas empresas no la hemos visto desestimar una campaña publicitaria por que es muy sencilla. O, al contrario, incurrir en una campaña publicitaria muy suntuosa, que escapa a la realidad y objetividad de la empresa. Acaso no hemos visto empresas que desestiman los servicios de una empresa sólo por ser pequeña. No sabiendo que esta puede contribuir con el ahorro de los costos. A cuantos gerentes no hemos visto desestimar una idea de innovación porque es un empleado de tercera categoría que la propone. A cuantos gerentes no hemos visto desestimar un analice de costo porque el que los hizo fue un gerente de otro departamento. A cuantos gerentes no hemos visto desestimar un analice financiero porque el que los hizo fue un recién contratado. A cuantos gerentes no hemos visto decir que tienen veinte años haciéndolo de tal o cual manera y siempre le ha dado resultado, es decir, sin innovar. Y, así mismo, a cuantas empresas también hemos visto comprar otras sin que esta le sume algún valor agregado, simplemente por mostrar más solides de la cuenta. No son una ni dos las empresas que hemos visto caer en estas debilidades, y, por ende, desaparecer del mercado.

Es por estas razones y muchas otras más que los presidentes, gerentes y directores departamentales tienen que mantener una constante evaluación de sus ejecutorias. Que le permita auto evaluarse y reflexionar sobre las mismas.

Desde luego que esta evaluación deberá caracterizarse por su honestidad, sinceridad y objetividad.

Sandy Valerio.

jueves, 11 de marzo de 2010

Violencia intrafamiliar.

Violencia intrafamiliar.

Los gritos de los niños te tienen los nervios de punta. El más grande es el único que no está llorando. Pero el que te tienes más inquieta es el que sostiene en tus brazos. El que aun amamantas, pero que no es suficiente para calmar su apetito. Le colocas el seno en la boca, pero no es suficiente y comienzas de nuevo a gritar. Ahora el mediano lo acompaña en los gritos. Es un infierno. Y tú apenas ha comido un poco de comida que te regalaron, por ende, no tienes fuerzas para soportarlo.

Despega al bebé del seno y al mismo tiempo lanzas un grito de desesperación enorme.

- ¡Cállense!

Por unos segundos reina el silencio pero no llegas a apear un pie de la cama cuando comienzan los gritos con mayor intensidad.

El vecino de al lado te cocea que calles a los niños, pero te haces la desentendida. Como si no viviera más nadie en la pensión, sólo tú y tus niños.

Pero no quieres causar muchos ruidos en la pensión, pues, deben dos semanas de la habitación. Decides prepararles agua de azúcar a los niños para calmarle el apetito.

Le cruzas por encimas al más grande que se encuentra acostado en un colchoncito en el suelo.

Coges el agua del bebé y echas un poco en un jarro. Tres cucharadas de azúcar para que quede bien dulce.

Le echas el agua de azúcar al biberón del mediano y al del pequeño.

Le pasas el biberón al de dos años y al pequeño le colocas el de él en la boca. Se han calmados los gritos.

Escuchas un sonido de motor parecido al de Miguel. Abres la puerta de la habitación para que no tenga que tocar. De seguro éste te traes algo para cenar y la leche de los niños.

Efectivamente, es Miguel que ha llegado. Empuja la puerta y entra. Este se quita el chaleco de motoconcho y lo coloca encima de la mesita que tienen.

Te quedas sin habla pues ha visto que no ha traído nada, más que un olor a ron.

- Entonces… No le trajiste la leche a los niños. ¡Dime!

- Muchacha…Ni 50 peso hice.

- Aja…Y ese olor a ron ¡Dime!, no me diga que te lo dieron.

- Muchacha… ¿Cuál olor a ron? Tú te estas poniendo loca.

- Loca…buen maricón. Loca es el hambre que tengo. Me dejas sin comida y sin leche. Y llegas como si nada. Con tú carita muy linda. Buen azaroso. A que fue a jugar en las maquinitas que te pusiste. Maldito…Y no pensaste en tus hijos y en tú mujer. ¡Verdad que no!

- Oye, oye... ¡Está bueno ya! Mejor cállate y acuéstate.

Al terminar de decir Miguel esto, el hambre, la desesperación y la violencia de tus circunstancias te hacen perder los estribos y le brincas encima. Lo aruñas, lo intentas morder. Sí, quieres desaparecerlo.

Pero tú fuerza no es suficiente y Miguel te repele a trompa limpia. Hasta el extremo de dejarte casi inconsciente.

Desde el suelo donde te encuentras lo ve abrir la puerta y marcharse.

Mientras te golpeaba no escuchabas los gritos de los niños pero ahora tendida en el suelo los escuchas. Y, desde luego, también escuchas al vecino decir.

- Se están matando otra vez.

Sandy Valerio.

lunes, 1 de febrero de 2010

Gerencia intemperante.

Gerencia intemperante.

Así como el despotismo, el sadismo, la deshonestidad y demás vicios del alma son perjudiciales para el individuo, así mismo es de perjudicial la falta de carácter. La sumisión enferma, la ausencia de iniciativas o la falta de coraje para tomar decisiones, cohíbe el correcto desarrollo de la empresa.

Los individuos sin carácter son como un velero sin vela, a merced de la corriente. Como dice un dicho popular, que aunque vulgar, me encanta: Perro cobarde no coge perra. Así mismo a un individuo cobarde, dubitativo, sumiso e intemperante se le alejan las oportunidades. No le gusta correr riesgo. Y generalmente está a merced de los que lo circundan.

El individuo intemperante si tiene que despedir un correligionario suyo con justificada razón, con pretextos baladíes y excusas torpe la pospone.

Si tiene que prescindir de los servicios de alguna subsidiaria, lo pospone hasta el límite, aunque esto le acarree consecuencias fatales.

Si tiene que aprobar un presupuesto o posponerlo por cualquier razón, este es de los individuos que titubean a la hora de tomar una decisión.

Estas personas son las más propensas a correligionarios desaprensivos. Aprovechándose de la falta de carácter de quien los dirige, introducen cambios en los departamentos, cambian las políticas de la compañía. Utilizan los equipos de esta sin autorización. Se apropian a discreción de los recursos de caja chica. Conceden créditos por períodos muy largos y en muchas ocasiones estos no son recuperables. Se asignan dietas y viáticos por encimas de lo que le corresponde. Contratan los servicios de compañías sin ninguna autorización. Gestiona la fusión de la compañía sin autorización del consejo de directores pues está protegido por el gerente intemperante. Despide un empleado o cancela un contrato sin necesidad de explicación, pues, sabiendo de la falta de carácter de quien lo dirige, no tiene temor a represalias. Es lo que en buena palabra se llama anarquía. Y donde no existe dirección y orden, lo que existe es el desorden, el caos. Y, por ende, la desaparición de la empresa.

Ahora, lo que no debemos confundir es el autoritarismo con la autoridad. Son cosas muy diferentes. La primera se sustenta en la fuerza, la segunda en la razón, el convencimiento. Como dijo Ortega y Gassé en aquel famoso discurso; ganaron más no convencieron.

Lo que si debemos de tener en cuenta es que cuando un individuo sin carácter decide ejercerlo, no hay nada más anárquico y caótico que esto. Se le ofusca cualquier indicio de discernimiento. Se transforma en un ave carroñera que espera el desenlace final de su víctima. Al no tener el carácter de devorar el cuerpo en vida esperan a que esta muera. Para luego lanzarse en el cuerpo putrefacto y comerlo.

Al no saber decir no a tiempo. Al carecer de un espíritu enérgico. Al no delimitar los roles que les corresponden a los individuos que dirige. Y, sobre todo, carecer de iniciativa; en estas circunstancias el ambiente laboral se prostituye.

La intemperancia o falta de carácter es tan perjudicial como cualquiera de los otros vicios gerenciales. La empresa con un gerente sin carácter es como un ejército sin general.

Sandy Valerio.

viernes, 22 de enero de 2010

Gerencia deshonesta.

Gerencia deshonesta.

El pretender hacer un tratado de cleptomanía no es mi intención. El que quiera conocer más sobre esta enfermedad que la busque en los textos que hay sobre ella. A mí en particular lo que me interesa es resaltar la conducta deshonesta de algunos presidentes de compañías, gerentes y supervisores. Tratar de demostrar que con esta conducta lo que se hace es empujar la empresa hacia el barranco, hacia el abismo.

Pensar que reteniendo los recursos que se les descuentan a los empleados por concepto de seguro social y no pasárselo al estado es capitalizar la empresa. O subvaluar productos en aduanas para pagar menos impuestos. Retener los impuestos que se les cobran a los consumidores en cajas para uso de la empresa. Negarles las prestaciones laborales que les tocan a los empleados. Poner a trabajar empleados, como hacen las compañías de seguridad, y no pagarle. Desplazar recursos de una compañía bancaria a una empresa que pertenezca al presidente del consejo de directores de dicho banco. Alterar el valor de los activos de la empresa para incrementar su valor en el mercado. Así como tantas artimañas deshonesta se puedan imaginar, estas tarde o temprano se destaparan y cargaran con la etiqueta de ladrón y el desprestigio social.

Otra característica de los que dirigen empresas con estas debilidades, es su naturaleza de corto plazo. Las empresas dirigida por esos individuos, son empresas con una marcada prospección a la desaparición. Su vida útil es muy limitada. Existen mientras el manto de la impunidad o de la complicidad los arropa. Desde que esta las abandonas salen a relucir todas sus artimañas y, por ende, el colapso es inevitable y su desaparición un hecho.

Ahora, para que estos individuos se mantengan en el consejo de directores, el de gerencia o el de supervisión, tienen que articular un clan de complicidad que lo sustente y proteja. Estos pueden ser autoridades gubernamentales, miembros del consejo de directores, compañías de asesorías; y otros que pertenecen al mismo campo social.

Desde luego que para que estas empresas sean rentables tienen que coexistir en una sociedad con marcada deficiencia moral. En donde las instituciones encargadas de velar por la correcta armonía de cada uno de los entes que la conforman, son infuncionales. Auque hemos visto casos en sociedades con instituciones sólidas, donde estos individuos han logrado evadir las autoridades encargadas de su supervisión. Debemos repetir lo que dice el refrán; Quien hizo la ley hizo la trampa.

Pero lo que más asquea de estos individuos, es el marcado interés en su discurso de resaltar la honestidad. Construyen verjas perimetrales extraordinarias. Resaltan su pulcritud en los negocios hasta el hastío. Son implacables a la hora de aplicar la justicia a un subalterno. Un excesivo interés en proteger los activos y los capitales de la empresa. Así como también una marcada tendencia a estar cerca del consejo de directores. Como dijo Maquiavelo en el Príncipe; no te fíes del que te alaba en demasías. Este interés no es más que para no despertar sospechas.

Estos individuos poseen en capacidad histriónica estupenda y una carencia de escrúpulos sin igual. No se inmutan. Con la misma facilidad que evaden impuestos, explotan empleados y destruyen su entorno social, así mismo hablan de valores morales.

A ellos no les interesa crear emporios duraderos. Que traspasen las barreras del tiempo. Que sean iconos de la sociedad que pertenecen. O contribuir con el desarrollo de sus empleados y, mucho menos, con el desarrollo social. Lo único que les interesa a estos individuos es llenar sus arcas a costa de lo que sea.

Sandy Valerio.

martes, 19 de enero de 2010

La asistencia social como herramienta económica.

La asistencia social como herramienta económica.

El estado, reconociendo su debilidad antes clanes económicamente fuerte, se ve en la necesidad de crear mecanismos económicos para el bienestar de los más débiles. Esto así, por lo que sabemos, de que el más fuerte se come al más débil. Sin la debida intervención del estado, cada agente de la sociedad, lucha por su existencia. Al igual que cada clan, sea este empresarial o sindical. Así mismo cada obrero y cada campesino lucha por sobrevivir, por ende, el regulador de esta lucha es el estado.

No cabe la menor duda de que el estado recaudaba los impuestos en el pasado con motivo de defensa, conquista y construcción. Ahora bien, en la actualidad se ve en la necesidad no solamente de recaudar para pagar deuda externa, sino también para crear mercados internos. Y al mismo tiempo brindarles protección económica y social a los individuos que conforman la sociedad. De no ser así, el desequilibrio económico reinará en la sociedad y, por ende, habrá un canibalismo social. Digámoslo con palabras llanas, más violencia.

Pero veámoslo más claro, el presupuesto Dominicano anda alrededor de los 83 mil millones de pesos, después del ajuste fiscal. Pero esto es aún muy limitado para la demanda que tiene la sociedad Dominicana.

Me explico, el estado tiene el deber de crear una estructura de vivienda, de salud y de educación en donde los pobres tengan accesos a ellas. ¿Cómo así?, si el estado construyera 3 mil edificios de 5 plantas, en donde en cada planta existan 10 aparta estudios con una cocina y un baño. Estos 300 edificios serían unos 150 mil aparta estudios que crearían un mercado de unos 5 mil millones de pesos mensuales para el mercado interno, pues los inquilinos pagarían un 10% del sueldo mínimo, es decir, unos 200 pesos mensuales. Y, esto le generaría a una institución bancaria alrededor de 30 millones de pesos mensuales. Al estado le serviría esto, inclusive, para el control de la natalidad de la familia de menos recursos. Ya que para solicitar una vivienda se tendría que llenar una solicitud con sus datos personales y el número de miembros de la familia.

Pero esto también crearía unas 3 mil fuentes de empleo directo pues el estado tendría que contratarlos para la limpieza de los mismos edificios.

Desde luego que en estos aparta estudios se tendría prioridad con los ancianos y las madres solteras pues estos son el sector más vulnerable de la sociedad.

Y ni hablar si alrededor de estos aparta estudios se construyeran escuelas con comedores anexos, en donde los niños entren a las 9:00 AM y salgan a la 4:00 PM. Desde luego con su respetivo transporte pagado por el estado. De esta manera se tendría un mayor control de la alimentación infantil, del trabajo infantil y de los niños que andan deambulando por las calles.

Pero imaginemos que estos aparta estudios también tengan gas por tubería ¡No es esta la mejor manera de focalizar el subsidio al gas! Y, además, nos ahorraríamos el tan desagradable espectáculo de ver motorista haciendo malabares cargando tanques de gas por las calles, que dicho sea de paso, son una bomba de tiempo.

Pero veamos otro ejemplo, el de los 200 pesos mensuales que reciben las madres por enviar los niños a las escuelas, en vez de estos 200 pesos se le entregaría un cupón de comida, en donde la madre lo cambiaría en cualquier colmado de su barrio. Si hay cien madres recibiendo estos cupones, serían 20 mil pesos mensuales para esa pequeña célula económica que es el colmado. O mejor, esa microempresa.

Pero eso no se queda ahí, veamos los alimentos que tendrían estos cupones; pollos, leche, huevo, chocolate, arroz, azúcar, etc. Que la lista sea equilibrada hasta completar los 200 pesos. Multipliquemos cada uno de estos artículos por 100 mil madres, no es esta la mejor manera de proteger nuestras industrias nacionales. Y, acuérdese amigo lector, que las fronteras arancelarias llevan una tendencia de desaparecer, por ende, el estado se ve en la obligación de proteger nuestras empresas.

El estado debe de ver la asistencia social como una herramienta económica y no como una herramienta de propaganda. Y la única entidad que puede satisfacer las necesidades de los individuos de manera colectiva, es el estado.

Nota:
Este artículo lo escribí en el 2001 y se lo envié al entonces presidente de la república el Ing. Hipólito Mejía.

Sandy Valerio.

lunes, 18 de enero de 2010

Gerencia Sádica.

Gerencia Sádica.

Estas reflexiones empecémosla con algunas preguntas y tratemos de contestarlas. Por ejemplo, ¿cuántas veces hemos visto que retienen un cheque a una empresa sin explicación?, ¿cuántas veces hemos visto obstaculizar un ascenso a un subalterno que lo merece?, ¿cuántas veces hemos visto descartar un aumento salariar que no afecta los costo y por el contrario aumenta el valor agregado?, ¿cuántas veces hemos visto colocar un subalterno en una posición no acorde con su capacidad?, ¿cuántas veces se ha retenido un despacho solamente para afectar a otro compañero?, ¿cuántas veces se ha saboteado una empresa sólo para que su valor en mercado disminuya?

Las respuestas a cada una de estas preguntas la buscaremos a través de la observación y la reflexión de la conducta de los presidentes de las compañías y de los gerentes. Así como también en cada individuo que posee la dirección, coordinación y supervisión de los diferentes departamentos que conforman una empresa.

Desde luego, sin caer en el análisis psicológico del individuo, ni sacar conclusiones psicológicas de las mismas. Solamente criticar el comportamiento negativo que pueda surgir dentro de la empresa y las consecuencias funestas que estas puedan acarrearle a la misma.

Alguien podría alegar que estas conductas gerenciales solamente son posibles en empresas que carecen de políticas de entrenamientos, de empresas pequeñas, o de empresas que no evalúan el desempeño de sus directores, así como la popularidad de los mismos. Estos argumentos serían fáciles de rebatir, pues, solamente hay que ver el entorno mundial y ver como grandes consorcios transnacionales se han visto desaparecer o están proceso de extinción.

No hay empresa, sea esta pequeña o grande que escape a las in conductas de sus gerentes o directores. Así como también, no importa el tipo de producto o servicio que ofrezca. Cualquier tipo de empresa puede ser objeto de una mala dirección o de un director de departamento cuestionable.

Lo que si estoy seguro es que este tipo de conducta lleva la empresa a la desaparición o a la perdida de utilidades. De eso no hay dudas.

De aquí que la empresa debe velar, observar y cuestionar continuamente la conducta de sus presidentes, gerentes y supervisores, para de esta manera poder mantenerse en óptimas condiciones.

Si se a demostrado, en un sin número de estudios, que hay individuos que disfrutan con mantener estancado a la persona que está a su disposición, sea esta dependiente de él o no. Que la satisfacción que le produce el mantener cohibido y sin desarrollo no tiene explicación. Estos individuos, enfermos, disfrutan con mantener entre sus puños a quien depende de ellos, aun a expensas de las consecuencias que esto produce, sea esta de índole social, económica o individual. A ellos no le importa nada de esto, más que satisfacer su degeneración. Yo no me canso de citar a Eric Fromm en su libro el Corazón del Hombre que lo describe perfectamente.

Al estos individuos ser enfermos, la carencia de escrúpulos de estos está a flor de piel. Si tienen que mentir, mienten. Si tienen que emitir un informe falso, lo emiten. Si tienen que desarticular un departamento, lo desarticulan. Si tienen que sabotear el funcionamiento de la empresa, la sabotean. Y si tienen que cerrarla, la cierran. No es un asunto de maximizar el funcionamiento y las utilidades de la empresa, es, simplemente, satisfacer su morbo a costa de lo que sea.

Si en estos últimos años hemos visto empresas gigantes desaparecer, instituciones financieras apropiarse de los recursos de los ahorrantes (Baninter), a laboratorios de investigaciones farmacéuticas pretender extenderse sus patentes, a estados inyectarles capitales a empresas en quiebras. Entonces, estas empresas eran dirigidas por sádicos y demás yerbas aromáticas que muestran las debilidades del alma humana.

Sandy Valerio.

viernes, 15 de enero de 2010

Gerencia Prejuiciada.

Gerencia Prejuiciada.

Cuando un ser humano se le presenta un proyecto o idea que no entiende o no encaja en el esquema que tiene formado, le dan escalofrío, angustia y desesperación, por ende, tiene que buscar ayuda en una mente más sensible que le explique lo que está viendo.

Sandy Valerio.

En sociedades como la nuestra, con un nivel de prejuicios tan alto, nuestras empresas no escapan a este mal. Y de aquí que se mantengan en un nivel tan bajo de competitividad, salvo excepciones.

Como sabemos, todo prejuicio es juzgar antes de, pero también, no es más que la carencia de razón, es decir, una limitación intelectiva muy arraigada en la psique del prejuiciado, como digo algunas veces, en total dependencia de los reforzadores conductuales que le inculcaron, por ende, está a merced de sus defectos o vicios que le enseñaron. Es decir, repitiendo los mismos errores.

¿Será posible que una persona con un marcado desinterés por las ideas o que se aferre a parámetros trazados por otros sin cuestionarlos, pueda desarrollar un plan a largo plazo?, obviamente que la respuesta es negativa. Y si esto es así en pleno siglo XXI, su vulnerabilidad es muy significativa. Observemos que los grandes cerebros de la gerencia administrativa son extraordinario catadores de idea, su intuición respecto a ellas y a quienes las plantean no le falla.

El riesgo a no desarrollar nuevos productos. Las limitaciones para desarrollar estrategias y tácticas a largo plazo. Una visión limitada del terreno en que está desenvolviéndose. Los desafíos que se le presenten, las oportunidades de mercado que se le presenten, o mejor, aprovechar los nichos de mercado que se le presenten. Todo esto se lo llevará la corriente como aquel camarón que se durmió.

El gerente prejuiciado está atado a hacer las cosas como la han estado haciendo otros, por ende, el proceso evolutivo de la empresa es muy lento. Al estar repitiendo lo que otros han estado haciendo, sin cuestionarlo, está a merced de dejar escapar las tendencias y las oportunidades del momento. Y, también, no se actualizará con respeto a las tecnologías que dominan sus competidores.

Los avances tecnológicos, las campañas de marketing y publicidad, las nuevas técnicas de producción, el desarrollo integral de la empresa, así como la importancia de cada uno de los eslabones que la conforman, para el gerente prejuiciado, no tienen importancia. El no cree en esto. Los cuestionará siempre que se lo planteen.

El prejuiciado depende totalmente de su intuición, pero al estar esta condicionada por los reforzadores conductuales que le inculcaron, carecerá de la creatividad suficiente para romper las ataduras y liberar su mente. Es un proceso muy traumático. El vacío que se le crea es tan fuerte, como la ansiedad del adicto. De aquí que es más fácil seguir aferrado a los tabúes que le inculcaron que romper la cadena y liberarse.

Es como el mito de la caverna, que al estar expuesto constantemente a la oscuridad, cuando se enfrenta con la luz no puede disfrutar de la claridad. De esta misma manera actúa la mente del individuo. Al depender de los condicionantes de la sociedad (oscuridad) a la que pertenece o al grupo social al que pertenece, su disonancia cognitiva es muy limitada. Por ende, no puede disfrutar de las oportunidades (claridad) que se le presenten, y esto se traduce en menos utilidades.

Acaso sería posible que cuando se le presente una campaña publicitaria, un producto nuevo o una campaña de marketing a esta persona, sientan repugnancia en aplicarlas.

La iniciativa de crear productos nuevos, servicios de alta calidad y desarrollar estrategias de marketing y publicidad, son nulos. Ni hablar de hacer una reingeniería en la empresa, se moriría.

Las empresas dirigida por estos gerentes prejuiciado, estarán funcionando mientras el mercado se lo permita. A la hora de que se le presente el más mínimo imprevisto se derrumbaran con si fueran castillos de arenas.

La evolución y el desarrollo de las empresas van a depender de que tan creativos, decididos y prudentes sean quienes la dirijan. Y como dijimos que el prejuiciado no posee ninguna de estas cualidades, estará a merced de sus competidores.

Las dificultades que se le presenten en el terreno de batalla, sea con sus productos, suplidores, clientes o con el desarrollo de las estrategias de marketing que está siguiendo, en vez de ver lo positivo y aprovechar las oportunidades que se le presenten, maximizará las dificultades y colapsará.

Cuántas empresas no se han visto al borde del abismo por causa de una desestimación de una idea, un concepto o una estrategia. De seguro tendríamos que realizar otro trabajo como éste para nombrar las empresas que han pasado por esta dificultad.

Cuantos recursos se han dejado de percibir en estas empresas por las limitaciones intelectivas de sus gerentes o directores prejuiciados.

Sandy Valerio.

sábado, 9 de enero de 2010

Gerencia Despótica.

Gerencia Despótica.

Cuando el despotismo se ha incrustado en una empresa, será bastante difícil de erradicar, y tomando en cuenta que las mayorías de las empresas que adoptan esta actitud son empresas familiares. Los márgenes de cambio en estas empresas son muy limitados, pues, la misma naturaleza despótica no le permite abrirse a las sugerencias, por el contrario, las opiniones que asimila, generalmente son opiniones de los de su entorno y, el déspota se nutre del servilismo y no de la capacidad. ¿Cómo se traduce esto?, en menos utilidades, es decir, en la desaparición de la empresa.

El gerente déspota crea un ambiente de hostilidad, es decir, que incentiva el chisme, la burocracia, la falta de impulso y, desestímala a sus empleados a desarrollar su creatividad. Por el contrario, si el empleado hace una sugerencia que beneficie a todos, automáticamente se le comunica que no fue contratado para dar sugerencia. Y ni hablar de su responsabilidad social.

Si las empresas midieran su rendimiento conforme las actitudes de sus gerentes y directores departamentales, de seguro sus utilidades se incrementarían, y su eficiencia aumentaría en un 100 por ciento. De aquí que una empresa exitosa y que sirva de ejemplo social, depende del personal que la dirija, tantos los de alta dirección como los directores intermedios.

¿Pero cuáles son las características que sobresalen en un gerente déspota?

1- El autoritarismo; es una de las característica principales en el gerente déspota. El no permite márgenes para la concertación. Las decisiones se toman verticalmente, de arriba hacia abajo. No le da márgenes para discernir a sus empleados o al consejo de directores. En ocasiones es tan fuerte que cae en una dictadura gerencial, pero casi siempre este tipo de anomalías sólo se pueden observar en empresas familiares. El 90 por ciento de las ocasiones este autoritarismo es asimilado por los directores departamentales y estos a su vez lo trasladan a sus dependientes.

Este crea una atmósfera de tensión fuera de lo normal y, por ende, a cada instante desencadena una circunstancia anárquica, con consecuencias fatales. Cuando me refiero a fatales, es a la perdida de tiempo que se crea y, esto a su vez se traduce en menos utilidades. Con cada minuto que se pierde en una empresa, esto se traduce en un 10 por ciento o 15 por ciento menos de las utilidades. Y esto siendo conservador.

2- Servilismo; el gerente déspota se alimenta del servilismo, lo disfruta y lo incentiva. Es, se podría decir, su modo vivendi. Su narcisismo se acrecienta a su máximo esplendor cuando uno de su dependiente se le arrastra como una culebra en total sumisión a contarle algún chisme o para halagarlo por alguna decisión de éste. Es tan así, que en muchas ocasiones se llega al ridículo.

Ahora, debemos de detenernos y hacer un paréntesis para diferencial el servilismo del empleado leal.

Como dijimos con anterioridad, el servilismo se arrastra, se humilla; no tiene independencia y no es leal. Muy por el contrario del empleado leal, éste mantiene sus convicciones, su postura ante su jefe, procura el bienestar de la empresa y el bienestar de cada uno de sus compañeros. No anda con maquinaciones perniciosas de sus compañeros para ganar estatus dentro de la empresa, por el contrario, trabaja en base a su capacidad. De aquí que se mantiene en una constante capacitación, desde luego, que esto en muchas ocasiones le crea situaciones, pues, el gerente déspota lo ve con desden.

Entonces, el empleado leal es visto con malos ojos por el gerente déspota. Este cuestiona constantemente su labor, sus planteamientos e inclusive hasta su vida personal. Se transforma en el Yago de Sherapeare. O como diría Eric Fromm en su libro el corazón del hombre, en un necrófilo puro.

Este tipo de gerente o presidente, desde que ve mermada su influencia, comienza a articular planes para desestabilizar el desenvolvimiento de ésta. Reduce el departamento de despacho o el de venta. Recorta el presupuesto de publicidad hasta en un 50 por ciento. O desliza capitales hacia otro objetivo hasta descapitalizar la empresa. Y esto con la nueva tecnología es cuestión de un cli.

En otras ocasiones hemos visto que utilizan estas maniobras para devaluar la empresa y por detrás de bastidores utilizar testaferros para comprarla como vaca muerta.

Entonces, podemos deducir que el gerente déspota es un ególatra, que conforme se ve a si mismo ve a la empresa, por ende, si ve su influencia caer en decadencia así mismo ve caer la empresa.

Sandy Valerio.