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domingo, 30 de noviembre de 2014

La virtud como herramienta de triunfo.

La virtud como herramienta de triunfo.

Observar la trayectoria de una persona, ver sus altibajos, su actitud ante los desafíos, su templanza en momentos que se requiere de ésta y la sensibilidad ante los demás, nos muestra las virtudes extraordinarias que debe ésta persona poseer.

Un hombre con prudencia es sinónimo de éxito. 
Un hombre con honestidad inspira. Un hombre con humildad nos devuelve la fe en la humanidad.  Un hombre con carácter nos da confianza en las acciones que debemos realizar. Un hombre con sensibilidad nos muestra la parte humana que poseemos. Un hombre con un nivel de razonamiento impresionante nos muestra el futuro. 

Que un hombre poseas todas éstas virtudes nos acerca al super hombre de Nietzsche. Al hombre semi Dios de los griegos, como Aquiles, Hércules y Odiseo, por solo citar los que más admiro. Al espartano perfecto que tanta admiración ha despertado  en la humanidad. 

Quién imaginaría que en ésta época de total ausencia de íconos encontraríamos un ser humano con tantas virtudes. 

Una época donde la virtud es un estigma no vista con buenos hojos. Donde lo negativo es estimulado más que lo positivo. 

Un hombre como Manuel Estrella nos debe llenar de orgullo a todos los que coincidimos con él en ésta época carente de valores. Él es un faro de luz que ilumina a la juventud que se está desarrollando. Su ejemplo, su dedicación, su amor al desarrollo y su apuesta al conocimiento, nos proporciona un legado invaluable. 

Si apostamos a estimular ejemplo como el de don Manuel Estrella, esto nos augura un futuro extraordinario para nuestra juventud, una sociedad con conocimiento y una sociedad con más valores humanos.

Sandy Valerio.

martes, 11 de noviembre de 2014

Mejorando la imagen.

Mejorando la imagen.
Cuento.

La transacción se ha llevado a cabo. El asesor financiero que posees te lo ha confirmado. Es la primera partida de lo acordado entre tú y el propietario del canal de televisión. 45 millones de pesos por los próximos tres meses. En cada espacio saldrán noticias positivas de ti. Además de cuatros editoriales que resalten tus cualidades humanas. Estas son algunas de las actividades que se realizarán para mejorar tu imagen en los próximos meses.

Todo por una partida de resentidos y frustrado que no han tenido la oportunidad que has tenido, te dices, mientras reflexiona sobre las calumnias que dicen de ti. Qué eres un ladrón. Qué tomaste el dinero del pueblo. Qué por cada millón que tomaste empujaste a cien personas a la indigencia. Qué no tienes escrúpulos a la hora de apropiarte de los recursos del pueblo. Qué Carlos Slim es un principiante en asuntos de inversión delante de ti. Qué mereces el premio Nobel de economía por el crecimiento económico que has tenido en tan poco tiempo. Qué no resiste una auditoría visual. ¡Cuánto disparates! te dice, al respirar con profundidad.

Mientras reflexionas sobre ellos, levantas el teléfono para decirle a tu secretaria que llame a Lalo, tu asesor de comunicación. 

No pasan 30 segundos para te comuniquen con Lalo.

— Hola Lalo.
— Buenos días Sr. En que le puedo servir. 
— Te estoy llamando, para decirte, que ya le deposité la primera partida al desgraciado del canal. Ése maldito quiere más dinero.
— Sí, él me llamó y me lo dijo.
— ¡Ah! Y qué te dijo.
— Eso mismo. Qué es un riesgo muy grande defenderte. Qué te tienen acorralado. Y uno se desacredita defendiéndote.
 — ¡Acorralado! Más dinero que quiere. Ése desgraciado no se conforma con los 45 millones que le voy a dar. Además de todos los anuncios que le he conseguido.
— Eso mismo le dije. ¡Ah! Le entregué el dinero a Arcadio. 
— Ok. ¡Excelente! Y al compañero de él. Háblame. Es tu amigo. Dile que me suerte. Ofrécele dinero.
— No. Eso no Sr. Si le ofresco dinero me deja de hablar. Es persuadiéndolo.
— Sí, eso. Persuádelo. Pero que me suerte. Oh...
— No, eso no Sr. 
— Ok, ok. Está bien. Encargate de éso Lalo. Bay, yo te llamo.
— Ok Sr.

Al colgar el teléfono abservas en tu escritorio los CD que contienen los anuncios tuyos, con las personas hablando de tus cualidades humanas. Los seleccionaron de los más pobres. Son los que salen más económicos. Con regalarle una plancha o mil peso, te defienden hasta que otro se lo regale. Son excelentes anuncios. Quien los vea jamás dudará de tus valores humanos y de tu solidaridad con los pobres.

Tomas un CD en tus manos. Al levantarlo observas una foto que está al lado de ellos. Te la tiraron unos amigos hace 20 años. Nunca olvidará ése momento. Te estaba llevando el diablo. Debías dos meses de casa y el colmado te había cerrado el crédito. Sí que tu situación económica era delicada. 

Te echas hacia atrás en tu sillón y te dices.

— ¡Si estos resentidos creen que me van a meter preso!

Sandy Valerio